Esquina de oración ortodoxa

Oración de las 3pm

Gloria a Ti, Dios nuestro, gloria a Ti

Rey celestial, Consolador, Espíritu de verdad, que estás en todo lugar, llenándolo todo, Tesoro de bienes y Dador de vida, ven a habitar en nosotros, purifícanos de toda mancha, y salva, Tú que eres bueno, nuestras almas.

Santo Dios ☦️, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros (tres veces)

Gloria al Padre ☦️ al Hijo y al Espíritu Santo; ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Santísima Trinidad ☦️, ten piedad de nosotros. Señor purifícanos de nuestros pecados. Maestro, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura nuestras dolencias, por tu nombre.

Señor, ten piedad. (tres veces)

Gloria al Padre ☦️ y al Hijo, y al Espíritu Santo; ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro sustancial de cada día, dánoslo hoy, y perdóna nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y nos dejes caer en la tentación, más líbranos del maligno.

Amén.

Señor, ten piedad. (doce veces)

Gloria al Padre ☦️ al Hijo y al Espíritu Santo; ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Venid ☦️, adoremos y postrémonos ante Dios nuestro Rey.

Venid ☦️, adoremos y postrémonos ante Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.

Venid ☦️, adoremos y postrémonos ante el mismo Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.

Salmo 83

¡Cuán amables son tus moradas, oh SEÑOR de los ejércitos! Codicia y aun ardientemente desea mi alma los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos en tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío. Dichosos los que habitan en tu Casa; perpetuamente te alabarán. Dichoso el hombre que tiene su fortaleza en ti; en cuyo corazón están tus caminos. Cuando pasaren por el valle de Abaca lo tornarán en fuente, la lluvia también llenará las cisternas. Irán en gran multitud y en orden, verán a Dios en Sion. SEÑOR Dios de los ejércitos, oye mi oración; escucha, oh Dios de Jacob. Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu Ungido. Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos; escogí antes estar a la puerta en la Casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad. Porque sol y escudo nos es el SEÑOR Dios; gracia y gloria dará el SEÑOR; no quitará el bien a los que andan en integridad. SEÑOR de los ejércitos, dichoso el hombre que confía en ti.

Salmo 84

Fuiste propicio a tu tierra, oh SEÑOR; volviste la cautividad de Jacob. Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; cubriste todos los pecados de ellos. Quitaste toda tu saña; te volviste de la ira de tu furor. Vuélvenos, oh Dios, salud nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros. ¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación? ¿No volverás tú a darnos vida, y tu pueblo se alegrará en ti? Muéstranos, oh SEÑOR, tu misericordia, y danos tu salud. Escucharé lo que hablará Dios el SEÑOR; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se conviertan otra vez a la locura. Ciertamente cercana está su salud a los que le temen; para que habite la gloria en nuestra tierra. La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. La verdad reverdecerá de la tierra; y la justicia mirará desde los cielos. El SEÑOR dará también el bien; y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él; y pondrá sus pasos en camino.

Gloria al Padre ☦️ y al Hijo, y al Espíritu Santo; ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Aleluya, Aleluya, Aleluya. Gloria a ti, oh Dios. (tres veces)

Señor, ten piedad. (tres veces)

Tú que en todo tiempo y a toda hora, tanto en el cielo como en la tierra, eres adorado y glorificado, Cristo Dios, paciente, grande en misericordia y ternura, que amas al justo y tienes piedad del pecador, que a todos los hombres llamas a la salvación, por la promesa de bienes venideros, tú mismo, Señor, recibe también nuestras súplicas en esta hora; dirige nuestra vida en tus mandamientos, santifica nuestras almas, limpia nuestros cuerpos, dirige nuestros pensamientos, limpia nuestra mente, líbranos de toda tribulación, iniquidad y aflicción, y rodéanos de tus ángeles santos, para que guardados y guiados por sus huestes, seamos dignos de la unidad de la fe, y del entendimiento de tu inaccesible gloria. Porque bendito eres por los siglos de los siglos. Amén.

Señor, ten piedad. (tres veces)

Más honorable que los Querubines, e incomparablemente más gloriosa que los Serafines, tú que sin mancha has engendrado a Dios el Verbo, verdadera Teotókos, te magnificamos.

Oración de San Basilo

Soberano Señor Jesus Cristo, Dios nuestro, que tienes paciencia con nuestras faltas y que nos guardaste hasta la hora presente, en la que pendiente del Vivificante Madero hiciste accesible al buen ladrón la entrada en el paraíso, y destruiste la muerte con la muerte; perdónanos a nosotros tus siervos, pecadores e indignos, pues hemos pecado y hemos cometido iniquidad, y no somos dignos a alzar nuestros ojos y mirar hacia la altura del cielo; porque hemos abandonado el camino de Tu justicia, y hemos marchado según los deseos de nuestros corazones; pero suplicamos a Tu incomprensible bondad: ten clemencia, Señor según la multitud de Tu misericordia, y sálvanos por Tu santo Nombre, pues nuestros días se han eclipsado en la vanidad. Líbranos de la mano del adversario, absuelve nuestros pecados, y destruye nuestras pasiones carnales, a fin de que, despojados del hombre viejo, nos revistamos del nuevo, y vivamos para Ti, oh Señor y Bienhechor, y siguiendo así tus preceptos, lleguemos al eterno descanso en donde moran los bienaventurados, porque Tú eres realmente el verdadero gozo, y el regocijo de los que Te aman, oh Cristo Dios nuestro. Y Te glorificamos con Tu Padre Eterno y Tu santísimo bueno y Vivificador Espíritu, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *