Gloria a ti, Dios nuestro, Gloria a ti.
Rey Celestial, consolador, Espíritu de verdad, que estás en todo lugar, llenándolo todo, Tesoro de bienes y Dador de vida, ven a habitar en nosotros, purifícanos de toda mancha, y salva, Tú que eres bueno, nuestras almas.
Santo Dios ☦️, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (tres veces)
Gloria al Padre ☦️ y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Santísima Trinidad ☦️, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nuestros pecados. Maestro, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura nuestras dolencias, por tu nombre.
Señor ten piedad. (tres veces)
Gloria al Padre ☦️ y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro sustancial de cada día, dánoslo hoy, y perdóna nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y nos dejes caer en la tentación, más líbranos del maligno.
Amén.
Porque tuyos son el Reino y el Poder y la Gloria, del Padre ☦️, del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.
Señor ten piedad. (doce veces)
Gloria al Padre ☦️, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén
Venid ☦️, adoremos y postrémonos ante Dios nuestro Rey.
Venid ☦️, adoremos y postrémonos ante Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios
Venid ☦️, adoremos y postrémonos ante el mismo Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Salmo 89
Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que nacieran los montes y formaran la tierra y el mundo, y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices: Convertíos, hijos de Adán. Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como la vela de la noche. Los haces pasar como avenida de aguas; son como sueño; a la mañana está fuerte como la hierba, que a la mañana florece, y crece; a la tarde es cortada, y se seca. Porque con tu furor somos consumidos, y con tu ira somos conturbados. Pusiste nuestras iniquidades delante de ti, nuestros yerros a la lumbre de tu rostro. Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años según la palabra. Los días de nuestra edad son setenta años; y de los más valientes, ochenta años, y su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos. Quién conoce la fortaleza de tu ira? Que tu ira no es menor que nuestro temor. Para contar nuestros días haznos saber así, y traeremos al corazón sabiduría. Vuélvete a nosotros, oh SEÑOR: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus esclavos. Sácianos de mañana de tu misericordia; y cantaremos, y nos alegraremos todos nuestros días. Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y los años en que vimos el mal. Aparezca en tus esclavos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos. Y sea la hermosura del SEÑOR nuestro Dios sobre nosotros; y enderezca sobre nosotros la obra de nuestras manos, la obra de nuestras manos enderezca.
Salmo 100
Misericordia y juicio cantaré; a ti, SEÑOR, diré salmos. Entenderé en el camino de la perfección cuando vinieres a mí; en perfección de mi corazón andaré en medio de mi casa. No pondré cosa de Belial delante de mis ojos; hacer traiciones aborrecí; no se allegarán a mí. Corazón perverso se apartará de mí; no conoceré al malvado. Al detractor de su prójimo a escondidas, a éste cortaré; al altivo de ojos, y de corazón vanidoso, a éste no puedo sufrir. Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que asienten conmigo; el que anduviere en el camino de la perfección, éste me servirá. No habitará en medio de mi casa el que hace engaño; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos. Temprano cortaré a todos los impíos de la tierra; para talar de la ciudad del SEÑOR a todos los que obraren iniquidad.
Gloria al Padre ☦️, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén