El Filioque según San Juan Damasceno: Análisis desde la teología ortodoxa

La controversia del Filioque —la frase “y del Hijo” añadida al Credo Niceno-Constantinopolitano por la Iglesia latina— representa una de las diferencias doctrinales más profundas entre la teología ortodoxa oriental y la latina (posteriormente, católica romana).

Desde la perspectiva ortodoxa (y especialmente desde la teología de San Juan Damasceno), el Filioque contradice la doctrina tradicional de la Trinidad por al menos tres razones fundamentales:

La monarquía del Padre se ve comprometida

Solo el Padre es la fuente (πηγή) y el principio (ἀρχή) dentro de la Trinidad.

San Juan Damasceno, Exposición, I.8

La monarquía del Padre es un pilar en la teología ortodoxa: el Padre es la única causa (αἰτία) dentro de la Trinidad. Él engendra al Hijo y hace proceder al Espíritu Santo.

Agregar “y del Hijo” sugiere que la causa del Espíritu Santo ya no es solamente el Padre, sino también el Hijo. Esto implica dos principios de la divinidad del Espíritu, lo cual destruye la unidad de origen y el monarquismo del Padre.

Así pues, el Filioque crea una especie de “binitarianismo” en el nivel causal, algo que los ortodoxos rechazamos.

Confunde las relaciones hipostáticas internas

La doctrina trinitaria ortodoxa distingue con precisión las propiedades personales:

  • El Padre es ingenerado (ἀγέννητος).
  • El Hijo es engendrado del Padre (ἐκ τοῦ Πατρός).
  • El Espíritu Santo procede del Padre (ἐκ τοῦ Πατρός ἐκπορεύεται), según Juan 15:26.

El término griego ἐκπορεύεσθαι (ekporeuesthai) se refiere exclusivamente a la procedencia causal en sentido absoluto. Nunca se usa para indicar que el Espíritu procede también del Hijo.

Los Padres griegos aceptaban que el Espíritu es “enviado por el Hijo” o que “procede a través del Hijo” (διά τοῦ Υἱοῦ), pero esto se refiere a la economía (la acción de Dios en el mundo), no a la teología (la vida interna de Dios).

San Juan Damasceno incluso dice:

“Decimos que el Espíritu Santo procede del Padre, y llamamos al Hijo también la causa del conocimiento del Espíritu, no de su existencia.”

Exposición, I.8

Por lo tanto, el Filioque confunde economía con teología, función con origen hipostático.

Un error de gramática

¿Qué diferencia hay entre “ἐκ” y “διά” en teología trinitaria?

  • ἐκ (ek) = desde, a partir de, procedente de:
    Se refiere a un origen causal y eterno. Solo se usa para el Padre como fuente de la divinidad.
  • διά (dia) = por medio de, a través de:
    Puede referirse tanto a la economía (la acción histórica de Dios) como a la manifestación o revelación dentro de la Trinidad.

Los Padres orientales son muy estrictos con esta distinción.

¿Qué dice San Juan Damasceno exactamente?

“El Espíritu Santo es del Padre, y no del Hijo. No se dice que es del Hijo, sino que es el Espíritu del Hijo como procede por el Hijo, es decir, es manifestado a nosotros a través del Hijo, pero no a partir del Hijo.”

Exposición, I.13

Aquí Damasceno sigue una línea 100% calcedonense y capadocia: el Espíritu no procede del Hijo en sentido hipostático, sino que es manifestado en la economía salvífica por Él.

En la teología ortodoxa, la Trinidad no es una fórmula metafísica abstracta, sino el corazón de la experiencia litúrgica, mística y eclesial. Alterar la teología trinitaria significa cambiar cómo entendemos la oración, la salvación, y la comunión con Dios.

Cambiar el ekporeusis (la procedencia) es cambiar la visión misma del amor eterno de Dios, que es comunión y distinción sin confusión ni subordinación.

Conclusión

El Filioque, al introducir una doble causalidad, rompe la visión trinitaria ortodoxa heredada de los Padres:

  • Compromete la monarquía del Padre.
  • Confunde economía con teología.
  • No respeta las distinciones gramaticales y teológicas entre ἐκ y διά.
  • Es una alteración doctrinal no sustentada en la tradición conciliar ecuménica.

San Juan Damasceno, como gran heredero de los Capadocios, es un testigo fiel de esta tradición apofática, trinitaria y litúrgica, que ve a Dios como comunión de amor eterna, no como sistema metafísico.

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