Gloria a Ti, Dios nuestro, gloria a Ti
Rey celestial, Consolador, Espíritu de verdad, que estás en todo lugar, llenándolo todo, Tesoro de bienes y Dador de vida, ven a habitar en nosotros, purifícanos de toda mancha, y salva, Tú que eres bueno, nuestras almas.
Santo Dios ☦️, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (tres veces)
Gloria al Padre ☦️ al Hijo y al Espíritu Santo; ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Santísima Trinidad ☦️, ten piedad de nosotros. Señor purifícanos de nuestros pecados. Maestro, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura nuestras dolencias, por tu nombre.
Señor, ten piedad. (tres veces)
Gloria al Padre ☦️, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro sustancial de cada día, dánoslo hoy, y perdóna nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y nos dejes caer en la tentación, más líbranos del maligno.
Amén.
Señor ten piedad. (doce veces).
Gloria al Padre ☦️, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén
Venid ☦️, adoremos y postrémonos ante Dios nuestro Rey.
Venid ☦️, adoremos y postrémonos ante Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios
Venid ☦️, adoremos y postrémonos ante el mismo Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Salmo 118
Bienaventurados los perfectos de camino; los que andan en la ley del SEÑOR. Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan. Pues los que no hacen iniquidad, andan en sus caminos. Tú encargaste tus mandamientos, que sean muy guardados. ¡Deseo que fueran ordenados mis caminos a guardar tus estatutos! Entonces no sería yo avergonzado, cuando mirara en todos tus mandamientos. Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia. Tus estatutos guardaré, no me dejes enteramente.
¿Con qué limpiará el joven su camino? Cuando guardare tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado, no me dejes errar de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. Bendito tú, oh SEÑOR, enséñame tus estatutos. Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. En el camino de tus testimonios me he gozado, como sobre toda riqueza. En tus mandamientos meditaré, y consideraré tus caminos. En tus estatutos me recrearé, no me olvidaré de tus palabras.
Haz este bien a tu esclavo que viva, y guarde tu palabra. Destapa mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley. Advenedizo soy yo en la tierra, no encubras de mí tus mandamientos. Quebrantada está mi alma de desear tus juicios todo el tiempo. Reprendiste a los soberbios, malditos los que yerran de tus mandamientos. Aparta de mí, oprobio y menosprecio; porque tus testimonios he guardado. Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí, hablando tu esclavo según tus estatutos. Pues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros.
Se apegó con el polvo mi alma, vivifícame según tu palabra. Mis caminos te conté, y me has respondido; enséñame tus estatutos. Hazme entender el camino de tus mandamientos, y meditaré de tus maravillas. Se deshace mi alma de ansiedad, confírmame según tu palabra. Aparta de mí, camino de mentira; y de tu ley hazme misericordia. Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí. Me he allegado a tus testimonios; oh SEÑOR, no me avergüences. Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanchares mi corazón.
Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin. Dame entendimiento, y guardaré tu ley; y la cumpliré de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad. Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia. Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino. Confirma tu palabra a tu esclavo, que te teme. Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios. He aquí yo he codiciado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia.
Y venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; tu salvación, conforme a tu dicho. Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado. Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque a tu juicio espero. Y guardaré tu ley siempre, de siglo a siglo. Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos. Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré. Y me deleitaré en tus mandamientos, que he amado. Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos.
Credo
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles e invisibles. Y en un solo Señor Jesús Cristo, Hijo Unigénito de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, consubstancial al Padre, y por quien todo fue hecho. Quien, por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, descendió de los cielos y se encarnó del Espíritu Santo y de María la Virgen, y se hizo hombre. Fue crucificado por nosotros en tiempos de Poncio Pilatos, padeció y fue sepultado. Y resucitó al tercer día según las Escrituras. Y subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre. Y volverá con gloria, a juzgar a los vivos y a los muertos. Y Su Reino no tendrá fin. Y en el Espíritu Santo, Señor, Vivificador, que procede del Padre. Que con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado y que habló por los profetas. En la Iglesia ☦️ Una, santa, católica y apostólica. Confieso un solo bautismo para la remisión de los pecados. Espero la resurrección de los muertos. Y la vida del mundo venidero. Amén.
Gloria al Padre ☦️, al Hijo y al Espíritu Santo.
Oh Virgen Teotókos, muralla invencible y bastión de salvación, a ti clamamos: confunde los consejos de nuestros enemigos, transforma la tristeza de tu pueblo en alegría, guarda tu santa habitación, acompaña a los Cristianos Ortodoxos en sus batallas, y obtén paz para el mundo, porque tú eres nuestra esperanza, oh Teotókos.
Señor ten piedad (cuarenta veces).
Tú que a todo tiempo y a toda hora, tanto en el cielo como en la tierra, eres adorado y glorificado, Cristo Dios, paciente, grande en misericordia y en ternura, que amas al justo y tienes piedad del pecador, que a todos los hombres llamas a la salvación, por la promesa de bienes venideros, tú mismo, Señor, recibe también nuestras súplicas en esta hora; dirige nuestra vida en tus mandamientos, santifica nuestras almas, limpia nuestros cuerpos, dirige nuestros pensamientos, limpia nuestra mente, líbranos de toda tribulación, iniquidad y aflicción, y rodéanos de tus ángeles santos, para que guardados y guiados por tus huestes, seamos dignos de la unidad de la fe, y del entendimiento de tu inaccesible gloria. Porque bendito eres por los siglos de los siglos. Amén.
Señor ten piedad. (tres veces)
Más honorable que los Querubines, e incomparablemente más gloriosa que los Serafines, tú que sin mancha has engendrado a Dios el Verbo, verdadera Teotókos, te magnificamos.
Oración de San Macario
Oh Dueño Dios, Padre Omnipotente ☦️, Oh Señor Hijo Unigénito Jesucristo y Espíritu Santo, una Divinidad y una sola Potestad, ten piedad de mi pecador, y por los juicios que tú disciernes, sálvame a mí tu indigno siervo, pues bendito eres por los siglos de los siglos. Amén.
Señor ten piedad. (doce veces)
Oración de San Joanicio
El Padre es mi esperanza, el Hijo mi refugio y el Espíritu Santo mi protección, oh Santísima Trinidad ☦️, gloria a Ti.
Amén